POESÍAPOETRY
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Día Cero
Este libro se bautizó durante en el Festival de Granada, Nicaragua.
Si con Leche/Milk-Primer premio en 2009 del PEN Club de Puerto Rico- Madeline Millán nos conmovió con una poesía poderosa e inteligente y un manejo sobresaliente del lenguaje que la aparta de lo fácil y cursi, con Día ceronos entrega, con las mismas virtudes, una crónica en poesía y en prosa que recoge dos procesos: una primera infancia en la isla de Puerto Rico y otra transformación -como si infancia fuera también- en la isla de Manhattan. La ansiedad del viaje estructura este libro desde su primera página hasta la última: el viaje por el planeta, por la historia del cine y de la música, por las miserias humanas, por las lecturas iluminadoras, por la vida íntima y doméstica de las mujeres, sobre todo de las mujeres poetas. Día ceroes una marca, un hito en que el espacio y el tiempo quedan cinematografiados. De hecho, de esta poesía cinematográfica podríamos decir también que es transparente y compleja al mismo tiempo, y siempre autorizada. ¿A qué quiere acercarse Millán o, mejor, de qué huye? Solo zambulléndonos en las páginas de Día cerolo atisbaremos, y sentiremos, como con toda buena literatura, el vidente zumbido de la poesía cuando se está escribiendo, esa instancia previa al papel y a la tinta que tiene ahora el lector en sus manos. Vanessa Droz, poeta puertorriqueña
English Review by poet Vanessa Droz
http://repeatingislands.com/2012/12/21/whats-on-our-nightstands-madeline-millans-dia-cero/
ALGUNOS POEMAS SELECCIONADOS
El libro original tenía otra portada con foto de la pintora puertorriqueña Mari Plaza Munet. Yo cumplía 50 y de regalo me tomó unas fotos. La idea era seguir contando una historia a través del tiempo. Del cómo envejecemos y somos. Comencé a darme cuenta que el mundo no está preparado para ciertas propuestas. Así que inventamos Manuel y yo esta portada mientras encontramos una que le haga coro.
Un acto de resistencia entre lo profano y lo
sagrado…contra la muerte.
Gilles Deleuze
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece.
Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.
Eclesiastés 1:3-5
Desandado: I Parte
Cuando mueres sin saberlo
y tocas el rostro de otro en primer plano
lleno de cosas por dentro
sintiendo y hundiendo la mano por su cuerpo
traspasando en cámara lenta los objetos
(con tus dedos de pianista, largos y sedosos)
Después a correr fugitiva, culpable de pueblo en pueblo
no recuerdas nada ni siquiera de qué huyes
condenada por la amnesia
con sus primeras estaciones
Cambian el compás de la espera y al mapa de los trenes
que tomabas le faltan segmentos, una orientación certera
que diga cómo llegaste al norte y qué te trajo al sur
por esta línea:
“Con mi voz desde la segunda persona vendrás
y te interpelaré bella, con ternura y te contaré un secreto”
Continúa lo iterativo que se vuelve en tu itinerante crimen
La repetición te hará recordar
te hará entender, vuelta sin volver en ti
muriendo sin morir del todo
Borrar la memoria no es fácil si has amado
Por eso te escribo inversamente
Se recomienda ácido para quemar las células
del cerebro, en la zona del hipocampo, a corto plazo
las imágenes sobrevivientes se agolpan en desorden
subiendo la escalera tu sombra queda marcada
en Hiroshima y aquí en este lugar tu sombra baja
La vida que aún te queda te viene fingida, en retazos
Frankenstein antes de conocer a su padre te reclama
Te acompañan personalidades bipolares (pero no temas)
Según la ocasión de narrarte, somos ajenos, abominable
abominamos del pronombre yo y del verbo ser, usarlo
como verás, resulta común en sentencias y poemas
no dubitativos. No dudes si yo dudo de tu existencia
y de la mía, ¿No dudas tú?
Somos los camarógrafos y sonidistas
Hemos puesto a correr una grabación escópica
por densidad variable y seguiremos insistiendo
hasta que te des cuenta, por vencida, de que ya no
estás (o eres de este mundo) y no me importas tú, ni tú
ni tú ni solamente tú como cantaba Bobby en Madrid
2
En inglés solo hay un to be, nosotros ganamos la partida
No al maestro de la calavera, su pregunta retórica:
To die, to sleep--
To sleep--perchance to dream
Ella no duerme ni descansa en el maratón de su muerte
ella corre detrás de su dilema pero ama con claridad de Ofelias
Como en el libro de los muertos egipcio,
vamos a guiarte hasta la puerta del no mundo
luciérnagas enormes alimentadas de hongos
sirven a manera de linterna pero te vuelan
por dentro
Yo y doce camarógrafos, equipados de focos,
hemos tomado 128 fotografías de ti, antes y después
a la velocidad de la luz, compitiendo
en pleno umbral del ocaso,
umbral del crepúsculo pleno
Minuto a minuto tu agón y tu espectro:
El primero, fijará tus penas, en él protagonizas tus miserias
A veces antagonizas cuando matas y amaneces perversa
Y el segundo, revela tu invisibilidad, el fantoma, tu espera
tus expectativas, tu expectación, tu expedita expedición
a un lugar sin más allá donde te llamarás María
y Juárez se multiplica al cruzar una de tus fronteras
Las tomas no reveladas del revelado
te confirmarán fuera del 3, de 4 a 11
dimensiones por cuerdas sostenida estás
Para no ser la autora de tus días existes
¿Pensabas que el mundo era redondo
o estabas soñando en el amor
de un hombre que se te escapa
entre los dedos?
3
Iluministas te han montado en los atardeceres
Han dado color a tu vestido rojo
¿De dónde crees que sale esta tintura,
este borrón, esta mancha saliendo de tus ojos?
¿Por qué llaga la lanza insiste en hacer de sangre
a palpitazos un corazón a punto de fallecer
por un cupido los ojos encontráronse?
No solo tú, él también se ha hecho invisible
Cómo explicarte sino repitiéndote en una centenar de láminas
Ya no podremos reducir los mandamientos a unos 10
Imposible sonetearte y formas líricas de un trazo
Duerme y mete tus dedos allí en mi costado
por ese tajo salen las notas escuchadas
azules delfines en rosadas aguas arpegian
Estamos infiltrados de música rebotando
infinitesimalmente en el espacio
Los humanos no oyen entre los vientos
ni en los desiertos ni en los siete mares
El mar de la tranquilidad buena metáfora,
el polvo de la luna está durmiendo
Lentamente introduce tus dedos sin hacerme reír,
afina el tono de la guitarra y mientras lees escucha
y mientras escuchas lee la música de Miles que te acompaña
la escena de la siesta
Mete tus dedos en el costado derecho,
el epistemológico, el del centro
no seas incrédula del ser que yo no soy,
yo, ni mucho menos
tú
El de las antiguas escrituras, sin embargo, antes de escribir
hundió las manos en el barro y se conformaba con mirar
las estrellas regadas en el río, el cielo se tendía boca abajo
y abría una cortina de gallos mudos en horizontes de fuego
En ese entonces se hizo el Bel-Canto, y él no decía nada
ni dijo que se hicieran los montes ni las mariposas
ni las cataratas ni los pianos de cola solamente pedía
un orificio
Aquí en esta página hay un filo ¿Lo ves? Hay un filo
Un filo, enterrado en el vientre por Isabella Rossellini
Y no hay vuelta atrás y yo no soy el autor de tus días y mucho menos
la autora de este film pero puedo darte cita en el papel de ahora:
“Sé dócil muchacha bonita a tus cuarenta”,
le dije, y confieso haber sentido una incómoda
posición de mando, complejito de dios de carne y hueso
apuntaba el recuerdo con dedo enhiesto
Por momentos me creo el apuntador,
y el dador en otros
Por siglos reconozco el huérfano que soy
o el feto que navega en busca de su padre,
entre glaciales fríos por mi madre,
oyendo un lobo
espanto del vacío y de la nieve
en el vientre de un ventrílocuo llorando soy mi propio
hijo
Navego como Milton y todavía
no he lanzando un solo disparo
a pájaro ninguno
a ningún
pájaro
Porque esta película trata de desandar el orden aprendido
para decir adiós —aunque los seres sin hálito
no acostumbran despedirse de sus muertos—
y tú ya no eres de este mundo, ni eres capaz
de obedecer las palabras de la escritura
¿Podré, por lo menos, interpelarte con ternura?
Tú
Desandado: Parte II
Currucu cucu palomita moderna de Manhattan (hace ya tiempo)
Del paseo Ahumada (tal vez)
(quién sabe) si de la Rambla en Barcelona
(y todo pasó, pasó)
Valparaíso, ¿te acuerdas de sus cementerios floreciendo
a las 12, los huesos de mi amor tocando el viento
al sol guantanamera dormidos bajo el sol del Eclesiastés?
Estambul en un mercado de especias ¿recuerdas?
Había un panal de abejas, te lamían la miel
Luego te fuiste sola a Cabo de Roca solita
Las alturas te producían vértigo de muerte
y no podías dejar de mirar el precipicio
Lisboa atardecía en el Alfama y en Sintra
¿no recuerdas?
Un poema de Sofía en una piedra tallada:
“Mi tierra es el mar”, haberlo dicho antes
para ahorrarte el polvo del camino ¿tampoco?
¿nada pero de nada de ti recuerdas?
A los mortales no les interesas si eres una u el otro
Fuiste todos y todas en un resumen de cuerdas
Los violines y un acordeón se suman a la música
No diré qué tocan. Las combinaciones arbitrarias
multiplican los sonidos, alguno revelará mi partitura
Recuerda Andalucía en el verano
cuando fuiste muerta en los 80 y luego en los 90
tantas veces muriendo y ahora debes recordar
para no morir por segunda vez con los ojos cerrados
Una tarde de siesta en un cuartucho era
según el guión narra cerraron los comercios,
mesones también y hacía un sol de Caribe en Sevilla
reverberando sobre las tejas y tus pasos sonaban
por el barrio de los adoquines, ¿sigues sin recordar?
Te espiaban los vecinos por ser extranjera
y no tenías, por supuesto, ganas de dormir a las 3
e ibas a paso seguro a buscarlo a él entre las sábanas
a las cuatro, ¡a qué sí, ¿ya te viene un pensamiento!
Todo lo olvidaste menos la ruta hacia sus vestiduras no
El tamaño y la anchura de su falo no eso no, su boca no
Su espalda, su lengua en tus oídos, en el pezón, jamás
Después del crimen tuviste prisa, sí
urgencias que no pudiste saciar, no
Y las campanas de la iglesia agilizaron
tu cuerpo flaco y enhiesto de danzante
Y las campanas arrebatadas campanas
tensaban los movimientos a seguir
Coro angelical cantándote:
Diosa al escape corre, huye, lluvia de tristeza
Corre huye, diosa del escape, fuga corre, lluvia
Baja el tono, pero qué digo, si los dioses ni los muertos
lloran y estás llorando en stacatto
mientras Miguel de la Bastide te canta
con las manos “Morir soñando”,
rasga con sus dedos tu carne y
es perfecta la ocasión
para soñar
o morir
o matar
Coro angelical cantándote:
Diosa al escape corre, huye, lluvia de tristeza
Corre huye, diosa del escape, fuga corre, lluvia
Desandado: III Parte
“No usarás flores en el pelo, ni vestirás de jeans”
Encerrada vas desde el centro de tu ombligo
desde donde cuelga un diamante, más arriba
un cuchillo
“Todo el vestuario un traje loco de verano, unas zapatillas de ballet”
Cuando termine el filme tu vestido
estará desteñido y un chorro de un color
casi de negro te ha mojado la piel
(otra vez me acomete este deseo,
doy órdenes y me aferro a la línea del protagonista)
“Vestuarista: Haced muchas réplicas del vestido
Un vestido capaz de volar como ella, y que sea del color de la sangre”
2
Acotaciones:
31 de mayo, el foco de 28mm, ángulo obtuso, te filmo
La chica frente al espejo fotografiada refleja el color
Cámara en movimiento la saca del encuadre,
el revelado altera dobla, se yuxtapone con otros,
y al fin saldrá el ojito tuyo preguntándome:
¿Por qué ese placer en alargar lo inevitable, quién sigue el hilo
de una trama tan personal como la tuya?
Un corte en la yugular o en el verso y no extenderse más
El lente se enfoca para entrarte por el centro
dejarte ciega antes de que lo veas todo
por última vez, bésame
como si fuera la última vez
3
Viejas andaluces con escapularios
catalanes traídos de Santa Eulalia
canciones sefarditas en el mercado de Estambul
Pero llegas al lugar,
para todos hace un sol endiablado
Será mayo o junio el mes de las palomas asustadas
el año de los toros indultados echados a correr por la ciudad
Será mayo el mes de la virgen
de la lluvia que sale en procesión por esa calle vacía
o será esa estación insólita de un guión sonado
mezcla de tiempo
y espacio perdido en traducciones
un romance de videos embellecidos
miniatura de absurdos
Será tu vestido rojo el signo de la madonna
que se refugia en las noches y camina
las adoquinadas calles por donde nadie pasa
de aquí a la taberna
Porque has recorrido desde las alturas o viceversa
El ojo se extiende desde lo profundo
desde lo profundo la mujer desgreñada
sale del cuarto de cal, entonces, si ella no ha muerto
has muerto tú
sencillamente
y no eres la asesina
No sientes en el cuerpo en qué consiste
ese extraño asunto de morir
Solo importa que él se pinta
el hombre más hermoso del mundo y lo has amado
Oyendo el reloj del campanario te dices:
“Es hora de siesta. Son las 3”
y vuelves atléticamente
hacia ese espécimen de varón maravilloso
Le descubres una pena entre ceja y ceja
y su corazón traspasado
de puñales:
Uno no es real
como el tuyo
El dos tampoco es real
y ya no sientes ni detiernes
su punta a las tres
¿Quién ha muerto entonces?
¿Estás fingida en el filo metafísico del cuchillo?
¿Quién lo entierra en su pecho sino ella?
Con la cabeza baja y la melena negra
contrastando con tu rubio
El camina con los pies en la tierra
Pero tú, como Verónica, despuntas volar
Piedad se arremete a un deseo que no existe
Tú, al volante de tu vestido
cuyas sombras son del color de aquel crepúsculo
4
Cuando suenen las campanas y
las viejas murmuran y se refieren a ti como la amante
las moscas siguen revoloteando
en oración para que no mueras en paz
Los niños corren a través tuyo porque ya no estás
Y él atraviesa por ti sin verte porque no estás tú
Descorriendo una sábana blanca
y ves que otra igual a ti
en un cuarto oscuro,
con cámara lúcida
oscuro oscuro más allá del mediodía,
ha sido asesinada
Cuando tanto correr para llegar al cadáver exquisito
Cuando se termina el guión y no hay preguntas
o mejor,
cuando solo queda
hacerse una
que tiene que ver con la eternidad
¿Lo amarás por encima del estruendo
de las campanas tocando?
De lejos una gota cae (tam)
de rojo otra (tam)
después otra (tam)
y otra (tam)
Coro angelical cantándote:
Diosa al escape corre, huye, lluvia de tristeza
Corre huye, diosa del escape, fuga corre, lluvia
Oración
El calendario
de Violeta
siguió arrojando
los números del año, madre, madre mía
que estás aquí conmigo sentada
en esta mesa de verano un enero en tu sur:
el puré, la espinaca, la carne
santificados por tus manos
Dame esa ostia
Tu nombre dos veces sea
que estés en los cielos
como en la tierra
Y Don Charles nos proteja
Pido hoy la bendición
de estos tus ojos que te vi allá
la virgencita también véngase
a mi reino en Downtown Manhattan
Hágase la voluntad de estas palabras
perdónanos nuestras ofensas
así como también yo he perdonado
Ya soy libre de toda tentación
del hijo y no me dejes caer
más abajo por los filos del riel
y líbrame de todo mal,
Gabriela madre
Gabriela poeta
Amén
La más bella o sueño bajo la pirámide de Cleopatra en Central Park
Como los animales arrastrados, los lagartos, los gatos con los búhos los halcones con las serpientes acá abajo, como ellos no quiero corrupción de mis brazos, ni mis nervios. Quiero ser la imperecedera de esta pirámide. Ven y dale aliento a mi aliento. O dios de los vientos y las aguas, establece mi espacio, mi vientre, mi vagina, mis venas, constrúyeme, vísteme, o dios de pecho funerario tállame de leonas y buitres. Concédeme entrar al imperio de lo eterno, yo, entre animales y bestias, jamás he faltado al sol, tal vez con mis actos pero jamás con las palabras. Te aclamo entre los que aman KA. No dejes que los gusanos el fénix ni la lechuza construyan su casa y su camino en mis adentros. Ni el escarabajo con su bolita de mierda que habite mis ojos ni la oruga hile mi final antes de que caigan tus rayos. Y cuando el alma haya partido lejos, y se convierta en esa cosa apestosa, y los miembros decaigan uno detrás de otro, y los huesos se hagan polvo de tus huesos con los que florecerán los cementerios y las fosas de estos tiempos, masa inservible no seré, y la carne convertida en líquido fétido de otros será, el hombre decadencia sea, y el final sólo su final, y perezca ante los ojos de otro dios, Shu, recuerda, yo no soy como los pájaros nadando, ni como el pez que vuela, ni como el reptil de gatos enhiestos a la manera de Bastet, o cualquier bestia o cualquier cosa buscando su cabeza en el rabo. Mi ojo no se cegará por ti. Mi cabeza alargada no será separada de mi cuello a modo tuyo. Mi rostro no desaparecerá para tu gloria. Mi oído no será sordo entre los sordos. Mi lengua no será cortada a causa de un esposo maldito. Mi cabello no será rapado por la enfermedad. Mis pestañas y mis cejas no serán afeitadas porque no soy una mujer barbada sino tibia como leche que da leche. Mi cuerpo debe ser establecido a partir del Día Cero contando los días hacia arriba y hacia abajo. No deberé convertirme en ruina de mis noches, ni ser destruida sobre la tierra en un cementerio donde ocultan mi imagen. Ni las teorías de Fletcher inventen un roto donde no estaré ya. Que aquel que me desaparezca sea condenado, el que con puñal y navaja corte mis hilos caiga a su propio nido de estiércol y yo, resurrecta, vuelva a mi tierra. No soy un animal entre animales. Ni el más vil. Un animal del sol. Eso seré. Que mi rostro sea el más bello y yo vuelva a ser Nefertiti.
Un cuento medieval
Uno era la gacela y otro el cazador soñando
La gacela sueña en un claro del bosque medieval
Luego intuye una flecha volar con cierta elegancia por el aire,
observa su ojo atento la velocidad anunciada entre dos puntos
el aire abriéndose, el sonido producido por la distancia
donde empezó y donde se detuvo como hablando
al corazón del que va atravesarle de filo certero el suyo
y no se movió ni un ápice
Esa flecha se congela en el aire en un milímetro de segundo
quien la lanza no puede matar sin antes mirar a la gacela a los ojos
al tiempo que la gacela mira al cazador en la pupila
Se enamoran perdidamente
Y ya no hay tiempo
Los nacidos en el año del cerdo
Antes de encontrarte
me dediqué largos años
a devorar basura
la tenía muy bien catalogada
por
sus sabores
olores
colores
antes de llevarme a la boca
las palabras leí a muy temprana edad
algunos anuncios y volantes
que volaban por el suelo, el mío
Supe de un tal Billy The Kid II
de Jack, el destripador, en Londres
y de Ana la envenenadora
(por amor a su amante había poco a poco
envenado con té inglés a sus tres hijos,
a su marido, a sus suegros, a animal o cosa que
se le pusiera por delante. Sin piedad)
Comía frutas lo mismo que desperdicios enciclopédicos
Había debates sobre la pena de muerte
por fusilamientos u otras formas
pero sobre mi muerte
nadie se ponía de acuerdo
en ciertos círculos
Fui una aspiradora trashumante
luego me convertí en una peste
Nos reprodujimos fácilmente
Durante las primeras ciudades modernas
Algunas sensibilidades civiles
condenaron nuestros amores
a pleno día multiplicándonos
Todo lo que conocí por las calles….
¡Algún día tendré que contarlo!
Encontré a otro cerdo como yo: atracciones de la especie
éramos generosos con la boca
ni se diga con las palabras
nacimos en el año de la revolución cubana
cuando llegamos a finales siglo XX tuvimos cochinitas
para amarnos tuvimos que entrar al XXI en Sevilla
(fue imposible con los cuernos de jabalí en la cara besarnos)
…
Lo que pocos saben de un cerdo
No gana el pan con el sudor
de su frente, no suda
Bajo piel tan dura
donde el lodo y el agua lo estremecen
un primer orgasmo dura
30 minutos
y cada orgasmo de su cochino porvenir
al venirse
Arrasa con todo lo que ve
con la inteligencia superior del mono
la fiel mansedumbre al amar
con una nariz transcendental
lo huele todo
Gato-perro
A JS
Verás, no deberías hablar tú como Jaime en línea recta
Otro gato, el de Lewis, en inglés nos advierte:
“It doesn’t matter which way you go”, pero sí
Huyo de mí cuando se transforma de súbito
contra sí el gato mismo a la manera de Jekyll
También de la luna entre las hojas huyo
Y a mi perro le da por aullar frente a desiertos de mar
Perro triste como sus noches existe
Nada invocando un océano sonoro entre dos voces
De su inexistir dice Juan todo;
y mi amigo Pedro le contesta:
“¿No oyes ladrar los perros?”
Entonces este instinto bipolar despierta
sin saber el porqué tiembla de terror su gato
siente ganas
de salir corriendo
detrás del rabo
como un perro
perseguirlo y
con sus garras
matarlo
Un mundo posible
Uebos auemos
de uno muy pronto
(palabras arcaicas que no deben morir)
Mi poeta amigo comenzó un poema más o menos así
“Este no es un poema sobre lo que acontece en Irak
sino en un supermercado”
Ese poeta también es novelista
Yo solamente dejo que las palabras ordenen
uno de mis mundos posibles mientras hay guerra en Irak
Dentro de mí y dentro de otras deshoras he de partir
en un viaje siniestro al supermercado
y luego, si me da la sombra, a la lavandería
Debo, como en una novela, poetizar aquello que
pasaría igual que lo que no ha de pasar novelizando,
dar orden al mundo en menos de siete noches sin descanso
suspender scherezadamente la mil formas de atrasar la muerte
Si mi visita al supermercado fuese otra día, digamos mañana,
a pesar que los miércoles auguran grandes especiales y buena carne,
y los vegetales casi nunca están a buen precio,
y por eso nos cuesta ser vegetarianos
debido a ello habrá que pagar
muy caro por la paz en Irak
¡Qué arbitrariedad la de los precios,
vale un huevo la vida!
En Irak como en el supermercado
La ilusión de ser
Se han ido clasificando los síndromes y obsesiones modernas
El afán del olvido
en profesiones donde más se olvida a otro, nunca lo otro
En diversas áreas de ciencia donde más avanza la modernidad
muchos seres siguen vírgenes y no saben de un beso
Tanto sacrificio en nombre de las estrellas, de las células,
de inteligencias ocultas y numéricas, artificiales,
de animales húmedos que no nos necesitan,
de una mar sin hombre a la orilla
Las otras profesiones donde se trabaja como esclavos
en tiempos de imperialismo blanco son —según las estadísticas—:
los gobernantes y los gobernados
los narcotraficantes y los mafiosos de Manhattan
los médicos, sobre todo los de tratamiento para la fertilidad del huevo
los pilotos y los marineros, no tanto por el excesivo trabajo,
sino porque no pisan tierra
los publicistas menores de 40, solteros y gays (porque están disponibles)
los que han llegado a Hollywood y los que sigue soñándolo
los diseñadores de sueños de consumo, los creadores de marcas
los empleados de otro, de cualquier otro, intentando mantener el puesto
los astronautas antes de partir a la luna,
volando en una habitación antigravitacional
De todos ellos, el poeta parece ser el más afectado:
trabaja en dos o tres trabajos y si no, los inventa
no escribe poemas ni lee a otros poetas si no se lee a sí mismo
no tiene tiempo para mirarse al espejo, ni tocar su propio cuerpo
para seducir su soledad de huesos, huesos somos solitos
Teme la tristeza, teme los te(a)mo y nunca dice “temo”
Huye de mujeres de armas tomar, apasionadas, de las mujeres poetas
difíciles de predecir dentro y fuera de un poema
No quiere contestar cartas ni el teléfono o lo hace tarde cuando
al otro lado la Monroe levanta el auricular
No es la culpa de Mr. President en su cumpleaños feliz, ni de ellos,
nadie es culpable, la culpa es de una boba tan bonita
(y deseada hasta después de muerta)
La muerte sigue siendo una de las favoritas para encontrar el motivo poético
Pero nadie se vuela, de una vez y por todas, la tapa de los sesos
Bla, bla, bla y poemas que nadie oye bla bla bla
Escribe telegramas cibernéticos el poeta,
no se comunica o es dueño de lo que calla
inventa la mito-poesis del silencio y no ve su filo, su crueldad
Así asesina de intenciones vanas,
de acciones no hechas, de no haberlo dicho primero
y, por si acaso, el adiós ya irrevocable que lo diga el otro (la otra)
La palabra que no se dice, salva (salva al cobarde)
Por agotamiento del callar asesina el poeta
Crea sociedades secretas de poetas organizados,
donde no hay asomo, o apenas hay, de mujeres poetas
¿Dónde, cuándo y porqué las esconden y no las encuentran?
Hacen cofradías masónicas y citan a las muertas
electrocutadas, bajo el mar o un río de sangre
(Alfonsina, Alejandra, Rosario; a ¿Gabriela también?)
Una poeta (que no poetisas) por cada 20 ó 30 poetas machos
¿Por qué siguen matándolas en guerras no confesadas?
Y luego se pregunta si es que se pregunta, por qué las poetas
(y no los poetas) hacen editoriales para mujeres
congresos de poetas mujeres y los hombres “no necesitan hacerlo”
Hemos regresado al origen de los dos huevos del sicario dictador
No quieren saber de confesiones, ni oír el yo, ni oler sangre
Son elegantes, formales, correctos, eso sí, todos políticos e inocentes
de culpa y del pogromo que día a día nos infligen caballerosamente;
“Pase usted primero”, articulan, frente a la guillotina
Sí son prácticos, elocuentes con el silencio
prolíficos con las formas perfecta del verbo ser
En negativo conjugado: no eres, son has sido, no serás
Estos poetas no aman, o aman a aquellas que callan
porque están como ausentes
y las aman profundamente
mientras más lejos mejor)
y no protesten del lugar que, por disimulo, le han dado
Todas queríamos ser reinas y poetas como ustedes poetas
¿“Yo sigo siendo el rey?”, nos cantas así no más en la frontera
de Juárez, ¿Que no es lo mismo ni se escribe igual?
Son cobardes hasta la médula y dicen odiar la cobardía
Son tiernos insoportablemente tiernos y lloran por el poeta
los que fueron (aunque sigan soñándose poetas)
Son apasionados de la vida y frente a un ocaso dejan escapar una lágrima
No citan sino a amigos, son fieles entre machos, y entre hembras, niños de teta
Reconocen al poeta muerto y al vivo
que todavía no lo está por el mito de Narciso y del Eco
Frente a un río se hacen preguntas que por el día no repetirían:
¿Es el mismo río shakesperiano frente a la cabeza de una calavera,
to be or not to be, quién verdaderamente soy, quién mi poeta?
Tiemblan como todos los condenados a muerte;
y por más grande que haya sido el crimen, en el fondo,
recuerdan aquella cometa tan bonita de cuando fueron niños
¿Por qué sé? Porque amé a un cobarde por poeta
O amé a un poeta doblemente cobarde porque amó a dos poetas
—en el afán del olvido—
Porque lo conocí de lejos y de cerca
Porque terminé siendo muchas veces como él
Porque fui la poeta desterrada de la estación azul
Y las princesas suspiraban en su órbita
Y yo no quería seguir triste
Por una eternidad sin rey
Ese poeta no se parecía a los otros porque pensé que me quería
pero quería también a una Luna y a una Estrella, por igual
Porque no voy a negarle su trono, su dulzura, su poesía
Pero incorrectamente pensé que era un poeta leyendo a otro poeta
pero no tenía tiempo para leer a un poeta anónimo con faldas,
de espalda, a distancias donde la piel deja de ser piel
en la frontera de un beso, y más al norte no la besa
Pero lo amé, supe del poeta en su estación del olvido
Una lástima que no supiera él de la poeta en la estación de ella
Se olvidó de ella al final de un largo día de trabajo
Las hojas seguían cayendo en otoños
Eso hacen un poeta para olvidar a otra poeta: trabajar las 24 horas
Pero olvidó más, a sí mismo
Pero más, escribir un poema
Pero más, que pudimos ser dos (cuando éramos tres las poetas)
Así, entramos sumadas a ese catálogo con la primera línea
la segunda o la penúltima en el afán del olvido
Y ahora vienen ellas, las poetas
donde estoy yo escribiendo
porque no se condena o se culpa así como así,
en el afán del olvido:
¿Tendrá la poeta del poeta los pantalones bien puestos para mirarse a su espejo?
¿En esa triste estación del olvido en su afán de olvidar?
2
Ajúa,
Ya he olvidado a aquel poeta
Paquita la del Barrio te dedica esta canción:
“Rata inmunda”
Ajúa
3
“Diosito, hazme feliz sola”
Quiero recordar el sol de que está hecho el olvido
Dijo Paulina arrodilla en un pedacito de cielo
en una extraña peregrinación ajena por las 7 capillas de un Mompox de barro
Sonrió
Miro los rostros de los campesinos indios
quiso tener toda la fe de la tierra
y
desde entonces, después de Dios haberle concedido
lo pedido en la plegaria,
escribe con autoridad
sobre cobardes
Igual que aguas
C
I
Igual que aguas malas igual que hay aguas
igual que aguas buenas igual que hay
me llevan toditas me llevan toditas las aguas
igual que el fuego cuando quiso ser agua
de aguas solas me vengo de aguas solas
solas alas olas aguas solas mojada
de arenas ala agua de lluvias quietas llorando
de rocas golpean olas de arenas solas
cielos salados asoman y se salitran
se desliza la duna a leves arenas
tiembla la calma cuando de lluvia
pero de espumas no quiero nada
Ni es oída mi voz en las aguas
en las aguas no pasa nada
pero hay aguas que malas son y son tan malas tan
tan de danzas lleva el vestido de olas picadas
capullo rojo arrecifes entre las alas
sangrando corales muriéndose entre las piernas
blancos cementerios caracolas de la mar
desparramadas sus senos dos estrellas de mar salada
las olas el rostro blanqueándolo y no había peces
todo blanco blanco durmiendo ay durmiendo entre góticas
catedrales de pájaros una noche un pez encallado sobre la nieve
la madre pájaro pez a picotazos bajo las alas sacaba sangre
los pichones bebían se hartaban y cantaban un blues rojizo
“Mamá —cada cual decía—te quiero tanto
porque por mí te mueres” pero del agua hablaba
y de pájaros peces volando no de la nieve la nieve
sangrada de jeroglíficos copos de agua
y peces como pájaros nadando
¿cómo la forma arbitraria siempre se derrite o se agua?
Y el blanco en la noche sigue en blanco
una lágrima hundida en la mar ¿y qué has ganado
llorando? ay aguas malas tan malas tan al vientre
ventriloquean tan malas los mares y quedar boqueando
como un pez fuera del agua fuera del agua sé
voy sola a la mar ay se va sola en las aguas
del vientre olas quítenle la estrella el polvo la arena
pónganle otro cuerpo levanten anclas albatros
vuelen gaviotas vuela amor mío vuela por el mar
hombre de agua para mujer sirena acantilado
corrientes aguas puras cristalinas para ella casa
de agua de sombras de sol tabaco habanero (luna y mar
de la desolación: un hombre pez para mujer de agua)
y sólo son son son el mar (soledad cardúmena)
quién me responde pero no son son lo que son
ni serán quienes contesten porque siempre se es
se es otro cuando se son de ajenas extranjeras aguas
y el mar son y no son mar sin son soles volcanes
y no hay agua de aguas de acá sino no son de allá
“¿el mar es un desierto de la mar sin son ni sonido
en cada una de las caras de la luna y que lo mueve,
hijo, la o o la a? ¿qué mueve el sol, y las olas y mi
mi lengua cuando ya no me queda ni tu leche para darte tanto?”
Ahora la madre pregunta a la mar de dónde ha partido
se hace preguntas devolviéndose a su vientre
y el hijo sin madre nada responde porque un hijo
con una madre loca sólo ve un barco alejarse
II
No le expliquen a ella geografías de campos amarillos ni a mí me den agregados poéticos al margen del azul no me interesan las fisuras del saber terráqueo no hay sino una ley gravitacional en las esferas convertida en otra ley de lo invisible y nos afirma tú eres un pez y yo soy otro pez que habla en tierra el mar negro contiene todas las respuestas no se ven ni se oyen las preguntas pero peces luminiscentes infernales producen destellos de luz y me lo cuentan todito a través de las ondas el mar de todas las galaxias allá abajo yo miro en dirección de mis pies me lavo las aletas me arrastro me hundo me ahogo en la tierra me lleno de agua no de aire huelo mal como pescado muerto pájaro en el mar de los acantilados de mi cuerpo en el cuerpo de los peces en paz que me dejen ese niño exige por la raya horizontal el agua-leche por su boca lame vuela su lengua continente atlantis del no volver a ver
Mamá, —dice su hijo— ¿por qué el mar se va y se viene?
¿por qué no me sigue? me pongo mar y sola te hallo de caracola blanca encajes marinos le pongo de novia de espumas nada llamarme a solas llamarme debería y este sol frente a arrecifes y faro de frente al viento que ha carcomido tu boca, ah tu boca, ah barco hundido, ah ah despiértame aah en la arena que me arrastra a aah mares de sombras mi cara de lunática luna pretendiendo sus mares
¿y ese papel en ácido flotando, otras aguas para hundirme?
¿y encontrar mi imagen después de mil palabras sin ancla?
—Abuelo,—pregunta un niño—¿estuviste en el arca?
—No—, le responde.
—¿Y por qué no te ahogaste?
Todas las preguntas del principio inocentemente perversas son nada en la mar igual que aguas malas igual que hay aguas igual que aguas buenas igual que hay, ay, me llevan toditas me llevan toditas las aguas igual que el fuego cuando quiso ser aire,
igual
igual
III
April is the cruelest month, breeding
TS Elliot
sabía sabia savia del agua para algunos los ahogados de abril un mes hermoso respirando por el ing gerundiaba un inglés un principio con mar e moto por el año 1985 precisamente en méxico las catedrales los empedrados se aguaron en la memoria de los desaparecidos de la tierra madre madre nuestra que estás esparcida de rodillas de cenizas en el empedrado soleado de la colonia guadalupana tepeyac pero si me hubieras hecho caso no te habrías deshecho hacia abajo en la gravilla con una llave al siniestro portento del sagrado corazón de jesús precisamente cuando pisabas el séptimo zapato por algo será que fueras quien fuiste en aquel junio postraras la testa el cuello por zamora para sostener el hilo de la casualidad para ti y tus ojos nada más virgencita al envés de la medalla amén dije recordando a mi abuela hipólita
y no es que abril sea el mes más cruel sino que hablar de meses resuena hermoso en los adoquines ciudades despiertan a la luz de tus tacones como hablar de una sirena que enamora con cantos a la muerte taca ta tá después de hacer el amor con un mortal marinero solitario que echose al mar dijo amén dos veces frente al rosario besando su cruz en el mes mas más tibio de la estación de junio
ahora trenes para la estación de adioses adiós gracias no fue abril…/
Intermedios con cortometrajes, largometrajes y guiones de películas inéditas
Largo metraje
Correspondencias 21
Las palabras y los silencios nos afectan
nos liberan, nos inducen al sueño o al éxtasis
de la inocencia perdida que buscamos
Vuelvo aparte a hacer el amor frente a la pantalla
Encuadres y secuencias de otros
confirman que no estamos solos
Eastwood en The Bad, the Good and the Ugly
Fue un chileno flaco, vago y mágico en Palm Beach
Johnny Guitar nos recuerda a los amantes ingratos
The Hunger el amor prohibido con el que temblé
La lección trascendente La Belle et la Bête
The Cook, The Thief, His Wife & Her Lover
El amor redimido al final por la bella Regina
Escatología y fondo barroco para los enamorados
como yo abierto a las formas en fuga
Los colores se desplazan en los cuadros
tal como en las iluminaciones de Rimbaud
Que no son místicos como se piensa,
sino simples dibujos con palabras
El papel resiste seguramente Hiroshima, mon amour:
“El film ha sido hecho lo más posiblemente parecido a la realidad,
la ilusión es simple, es tan perfecta que los turistas lloran”
Muerte en Venecia Mahler su quinta sinfonía
Lo tabú además en la edad cuando lo bello parece inalcanzable
El amor nos lleva al sacrilegio
La tinta corre bajo el sol y se despinta el negro
de unos bigotes fingidos
Passion d’amore modelo para los feos esperanzados
contando sus historias a las estrellas
enanas solamente en la tabernas
Y la dimensión política al otro lado de mi ciudad y mi isla
El cine cubano contra un cine francés, nada que ver
Pero sobre todas las cosas, el cine japonés y el chino
cuando la erótica supera a Occidente en lo más elemental
del tacto y el ojo
la seda y el gusano,
el tatuaje y la amante,
la duna y el falo y sobre todo el rojo
¿Y en dónde queda lo que sobra en el espectro de mí,
en las historias ajenas?
Nada se repite, podríamos intentarlo
porque si de algo es posible hablar
es de la luz en el día cuando se apaga
en una sala oscura y se prende un proyector
con luz artificial y una pantalla
con la palabra fin nos devuelve
a la calle
Cuando se cruza el umbral y no vemos al otro
o el otro es una respiro, un hálito a punto de extinguirse:
Él: "y abrías la bragueta de mi pantalón
y me metías mano mientras los otros miraban"
Ella: "y si al palpar tu boca y tocar tu falo sumo más de 100 nombres con un rostro"
Para volver a lo oscuro y a la calle en la luz
donde todos somos ciegos
Érase Louise Brooks en su Caja de Pandora y ya no hay remedio
Definitivamente hemos amado lo ajeno,
lo que va a morir
intuyendo químicamente
el desacierto del encuentro
Volveremos a tratar eso que llamamos el alma gemela,
la media naranja, el punctum de la escena en
The Purple Rose of Cairo y en Citizen Kane
¿Cuáles fueron sus palabras al morir? ¿Rosebud?
El capullo de la flor parece todavía un misterio en sus labios:
Como tú, mujer detrás de la cortina, repetida:
“I just met a wonderful new man.
He’s fictional but you can’t have everything”
La materia del amor ciertamente se corromperá
Por suerte no se destruye, estará en nosotros
repetida y siempre incompleta
pasatista como en La Dolce Vita
En fin, quisiera recordar lo que vi y todo
lo que vi dos veces, oscuro la primera, ciego al final
Hoy por hoy todo es mezclado, confusa
la película, sólo así narro el cuento,
en fragmentos y citas soy un otro,
recuerdo dónde estuve, con quién, por qué
y mi cerebro se electrifica de pasiones en om
Hoy todo se va despacio en procesión como
en Det sjunde inseglet de Bergman,
todo parece enfermo de amor como en Persona
Abandonado y apocalíptico, arañas,
fotos de una infancia que no tuve, un paisaje
en un remake que tendré que buscar
antes de volar en rascacielos volando: Blade Runner
“I've seen things you people wouldn't believe.
Attack ships on fire off the shoulder of Orion.
I watched C-beams glitter in the darkness at Tannhäuser Gate.
All those moments will be lost in time like tears in rain. Time to die”
Desesperado y sangrante de amor eterno como en Nosferatu
de Murnau a través de los ojos de Herzog y los míos propios,
y así, debo recordar las noches de cine en mi primer teatro
porque fueron las vidas que tendría que copiar de la pantalla grande:
la que vamos editando y montando
en esta vida
que hice y no fue
Tiempo de morir
Mi marido, el cocinero, mi amante y yo
Como en la película
Hubiese querido ser la esposa de un ladrón como él:
ordinario, inmundo, asqueroso, vil
verlo lanzar a la mierda de los perros a muchos
literalmente riendo de semejantes proezas
degradar
soltar la carcajada mientras le sale comida
disparada de su boca a la nívea ropa de los invitados
verlo caminar prepotente entrando a un palacio
seguido de matones que lo escoltan
Y yo, la reina de la corte, a su lado
Que todos dijeran sí porque de un no las cabezas rodaban
De ese modo silenciosa
perfectamente ataviada en oro
de misereres sentarnos a la mesa
servirle el plato principal entre mis senos
sangrando
sin decir ni una sola palabra, abortarlo
Hubiese querido un amigo cocinero para comérmelo vivo
servirlo a la mesa
después de haberme hecho viuda de mi amante
¡Gran Finale!
Nada de eso pasó aquel viernes,
Regina invertida, la puttana, suplicante pide
un narrador de la escena al cocinero
siete noches, solamente eso
un menú perfecto de amores gregorianos
y todo pasó, y no ha pasado
y todo habrá de contarlo Richard
para creerme la verdad de aquellos días felices
cantados en la voz de un ángel castrado,
y en silla de ruedas por su culpa
Matar al esposo por bestia
ponerle la pistola en la cien
y al compás de una bala certera decirle:
“Goodbye, Caníbal”
Pero no, “ése quisieras tú por personaje”,
Esa la película de otro
El sin voz (Paolo frente a la Rosa del Paraíso)
Les gustaba lo que hacía, las tomé en distintas poses,
les hablé en portugués, para ellas leí en español
las mismísimas cosas que leyera como propias en toscano
a la Franchi, y parloteara ella con Beatriz por los infiernos
La viva antes del parto, ¿o la muerta?, no recuerdo
A las dos, por partida doble, las amé en español e inglés
Paca, despechada en el DF, cantaba “Rata inmunda”
Sabían los muchachos bonaerenses y chilangos,
alrededor de mi órbita, toda mi vida andaluza
Pinté, leí enardecido, fuerte, seguro de mí mismo
dije que no te quería, que el punto fulgurante
y absoluto de Dios me había hecho entender:
En adelante será más corta mi con versa,
sólo de lo que recuerdo, que la de un infante
que en el pezón baña todavía la lengua.
Eso dijo el otro Dante al final y no les miento,
si lo dijo él, reverenciando a Dios y lo perfecto,
¡por qué no yo cuando empiezo a vivir el día cero!
Sí, me gusta el poeta de este Paraíso, y esa línea:
que en el pezón baña todavía la lengua
¡Qué bárbaro poeta!
FINIS TERRAE EST
Gratias Deus, qui est per omnia saecula benedictus
Salvador(a)
¿Por qué buscar entre los muertos al que vive?
No está aquí, ha resucitado" (Lc 24: 5-6)
Tengo dos hombres, crucificados, uno a la izquierda
Otro a la derecha, según las escrituras, estoy en el centro
El primero en hablar parece estar arrepentido
Sangra menos, pide estar a mi lado por una eternidad
El otro sigue maldiciendo e iracundo escupe sangre
desde el madero rabia y si fuera dios nos mataría
se llevaría hasta los clavos de mi cruz, a mí con ellos
Le interesan los submundos, aspira llegar al infierno
Me gritan que demuestre mis poderes, los incrédulos
Bajando de la letra permitiendo todo esto en mi cuerpo:
la desnudez de mis huesos, dos brazos extendidos en alas,
las piernas juntas, pies encaramados a un hilo, yo pendo
en esa letra total de las entregas y el pecho desbocado
¿Qué si duele, o si sangro, si han dejado de manar
los dos rotos que atravesaron, mis costillas?
Mis ojos estén fijos en los ojos del otro, de un mal hombre,
con bandas sediciosas, un mal hombre robando corazones
nadie sabe a qué lado lo tengo, si al siniestro o al diestro,
todos fueron conjeturas de Lucas, de Santiago y otros dos
Gracias a su hacer se fueron cumpliendo 60 profecías
A mi padre le hablo y para disimular frente a Magdalena
de Magdala y frente a María bienaventurada madre de 7,
frente mis hermanos legítimos y aquellos que nadie nombra
Digo: Perdónalos, que no saben si escribo un evangelio
hablo en parábolas y miento de ser necesario
Mi favorito confirmará mis prendas por el suelo y Juan dirá:
“El discípulo favorito “vio y creyó”. Salió de la cueva convencido
Es posible que ya libre pregunte por Magdalena de Magdala
la invite a pasear por el desierto del Negev mientras deposito
en sus oídos y en su vientre todos mis secretos del pasado
Andrés y Pedro dudaron que ella fuera la elegida
Los versos finales los entregué a una mujer, dicen
a una mujer de las calles de Magdala, a una mujer mala
Siempre fue así desde antes de mi cruz. No cumplí mi promesa,
no llegué al Paraíso, me quedé en tierra. Me enamoró Barrabás,
a la izquierda de mi seno dormido, lo digo con razones de peso
el de mi seno derecho me durmió
Ahora de vuelta,
voy llegando a los finales de mi cruz en el calvario
Ninguno de los dos originales bandidos podrán disputarme,
ni al tercer día ni los días por venir, me habré ido bien lejos
Por los desiertos de Jerusalén y Cefás hasta las doce, de copas
Otros gallos cantarán por mí y ya no habrá amaneceres
Hablo. Magdalena me oye y me escribe.
Los otros compiten con ella y ella calla
.
Mi amor sigue intacto por ella
Lisboa
Antes de ser un matador
entra el joven aprendiz de torero con los novillos dóciles
hay uno desnudo negro marfil, el otro testículos al aire
El matador todavía inocente de muertes ajenas
acaricia el cuerpo del gigante bajo los cedros
Y también los eucaliptos durmiendo la luna entre las ramas,
de blanco redonda, se estremecen
Es posible que un río cerca suene, el viento mueva
las maderas en cerco que marcan el camino de las bestias
Entonces, yo estaba en mi tierra y me contaron que a estos toros
se les perdonaba la vida y que eran los toreros los indultados en Lisboa
Hay tantas maneras de hacer el amor, y dejar el cuerpo intacto
Yo pensé en la muerte de la torturada bestia, busqué el rostro del matador
en medio de los dos, él que sacude una tela ciega y afila un arma
Luego, me hablaron de los toros bajo la luna hechizados
Los que parecen, como las esposas de Krishna, seguir la flauta
Sospeché del cuerpo delgado y enhiesto de ese aspirante
Erecto, bajo los mismos rayos de esa noche, su sexo
Y así, no hubo humillados ni sangre, yo sólo imaginaba
el final de la estocada aquella hermosa noche de verano
Intermedios Musicales
Sinestesias
Muchos atestiguan que Skriabin
discriminó en términos igualitarios
Do Mayor y Do Menor
Sus amigos observaron que indiferentemente
cuando pulsa a mano derecha o a la izquierda
el orden de la varita conductora
le hace pensar en 365 millones de km2
Sea el mar, mes 2
2
Rachmaninoff escribe en su partitura en Re
algo sobre un tesoro oculto
quien descubrió el oro fue Korsakov
pero desconocía el parto sin dolor
Habló de intuiciones en hologramas
la tierra emerge no al revés
los pájaros no tenían cielo para volar
solamente los peces a unos 4,000 metros abajo
mes 3, el feto da señales de querer chuparse el dedo
3
Receso
Ella Fitzgerald en How High the Moon
Fumar
Ella Fitzgerald en Summertime
Beber Agua
cuatro tragos
antes 2 elotes de Veracruz en Bedford Avenue
Cruzar la noche en vela a las 12 oyendo a Thelonious Monk
en Round Midnight o la sonata de Beethoven al anochecer
No queríamos despertar al amanecer
París contigo como Venecia sin ti
Tengo que estar en París ese día a esa hora
El problema actual será no saber cuándo saldré ni cuándo llego
Debo ir a París salir a París como se dice a Roma
Mis caminos no conducen a sus brazos
no sé exactamente de quién hablo si lo conozco
pero París como se dice Granada como se dice Córdoba
como se dice Sevilla
donde un hombre andaluz duerme despierto
una ciudad anuncia sus desvelos en mis ojos
porque sueña las 24 horas del día y ama otras 24 horas más
Me dijo que allí estaría cuando los otros sueñan durmiendo
París como se dice París la que no duerme jamás con él
A la orilla del Guadalquivir me espera Juan sin él
Y yo hago el recorrido con los ojos puestos en un Pablo
Pero el tiempo y el espacio nunca fueron exactos para mí ni para nadie
Yo Madeline tal vez llegue cuando
en tu viaje con mis ojos yo no esté
como yo estoy en mí dos veces
Y París
Porque París me lleva a otro destino
más cerca de mí misma y de no querer estar en ningún sitio
Porque ese destino como mi cicatriz en el vientre
le pertenece a una Madeline analfabeta,
la de Ludwig prediciéndome en 1959
una niña huérfana caminando a ciegas por un puente
y esa niña que cayó al río, dicen, era yo
Le Seine, sí París, un río de vivos
y muertos donde cuerpos descansan
bajo la luz de la luna donde cuerpos
desaparecen bajo la luz de un farol
donde mi cuerpo nace cuando debería morir París
no s’il vous plaît
no conozco París sino por libros
Tipografías
Dijo haberle sido fiel en aquella ciudad de Portugal
¿o fue en Tamurt ‘n Akkuc?
Era su estatua en el jardín poblado
Le rindió homenaje en sus libros
habló de ella cada vez que volvía a su fotografía
Volvió al norte de la ciudad de su poema
Para saber en su viaje de amor si ella estaba todavía
La amó mientras estuvo en el estatuario
rodeada
de rosas
Y encontró el jardín vacío a su regreso
Sin jardinero no sólo las rosas mueren
las estatuas también
Más blanco el mármol de su pecho
la frialdad mayor en sus pupilas
Perdió la gracia perdió su color
No la amaba sino en signos adyacentes del rojo
Sin la puntuación de los verdes húmedos
sin el atrevimiento de inclinarse a mirar un pájaro
Ahora se inclina ella, la rosa, en su pedestal
como si fuera a caer al vacío una estatua de balcón
Es la vida dijo, con aire filosófico, y añadió:
¿Qué pene por ella?
¿Qué pone por ella?
¿Qué pena por ella?